viernes, 4 de septiembre de 2015

Que los complazca a todos.....imposible

Quienes hemos estado por algún rato en estos menesteres, nos hemos dado cuenta de lo difícil que es trabajar con personas, y las relaciones entre ellas, y es que la tarea del abogado es, sin duda alguna, de las mas complicadas, ya que es evidente que entramos a la palestra en la mayoría de los casos cuando hay conflictos, de allí aquel viejo refrán que dice: "Nadie quiere a los abogados hasta que necesita uno", y es que todo aquel que ha perdido un caso culpa al abogado, sin pasar a evaluar que hay casos que por un motivo u otro son de imposible alcance, y de hecho muchas veces los abogados colocan su mejor esfuerzo, pero sencillamente se encuentran con situaciones imposibles de sortear lo que hace que no se logren los objetivos algunas veces.

Recientemente me llamó un sindicalista para pedirme consejo, la situación era que acababa de lograr un aumento salarial extracontractual, es decir, un aumento salarial al cual la Empresa no estaba obligada ni por Contrato Colectivo, ni por la Ley, una simple liberalidad tal como lo llamamos en el argot del derecho, lo cual es un gran logro de parte de la organización sindical, porque créanme que ya es difícil lograr que algunas empresas cumplan con lo establecido en la Ley y los Contaros Colectivos, imagínense lo complicado de conseguir algún beneficio aparte del Contrato, bien ellos los lograron en esta oportunidad. La preocupación de quien me llamaba era porque muchos trabajadores estaban descontentos porque el porcentaje logrado no era suficiente, y hasta cierto punto puedo entender que no sea suficiente, pero me resulta absurdo ¿molestarse por recibir un aumento salarial?, pues pasa y pasa seguido, claro lo único que pude explicarle al sindicalista es que debe trabajar por vocación o retirarse pronto  porque si lo que estaba esperando era agradecimiento sencillamente de eso hay muy poco.



Igual nos sucede a los abogados, recuerdo que el año pasado tomé unos casos de unos extrabajadores jubilados, resulta que en negociaciones con la Empresa logramos que esta reconociera que debía unos días compensatorios viejos, es decir, la Empresa tenía la costumbre de pagar los días de descanso trabajados pero simplemente no daba el día libre compensatorio, lo cual era una obligación legal, de allí que hicimos un acuerdo para fueran otorgados estos días a los trabajadores activos, pero este acuerdo no alcanzaba para los jubilados, y muchos no podían demandarlos porque tenían muchos años fuera de la Empresa, y hay que recordar que en la Ley Orgánica del Trabajo de 1997, sólo se tenía un año una vez terminada la relación laboral para reclamar derechos o pasivos laborales, pasado este año los derechos sencillamente prescribían fatalmente, lo cual le había pasado a muchos de ellos, sin embargo Yo creí tener una oportunidad apoyándome en el acuerdo escrito celebrado con el Sindicato para los trabajadores activos (aún lo creo), configurando un argumento alrededor de la figura de la "Renuncia Tácita a la Prescripción".

Bien lo que hice fue llamar a un grupo de ellos, y hacer tres demandas piloto, es decir, un poco para ver como le iba al argumento en juicio, les explique que estas demandas tenían muy pocas probabilidades por diversos motivos pero que valía la pena intentarlo, ellos estuvieron de acuerdo, no les quite dinero alguno por hacer esto, y nos fuimos al ataque, logramos ganar en primera instancia, pero las sentencias sufrieron un revés en segunda instancia, y estamos en la fase de llevar los casos al Tribunal Supremo de Justicia, es decir, aún seguimos bregando, costeando inclusive los gastos que implican trasladarse a la capital para ejercer los recursos, pero nada de eso importa o ha importado, algunos tuvieron inclusive el atrevimiento de insinuarme en la cara que todo ha sido nuestra culpa, no negaré que cae mal pero hasta cierto punto entiendo su frustración, y todos tenemos esa mala costumbre de culpar a alguien cuando las cosas no salen bien, pero aprendí hace mucho tiempo un dicho de mi padre y mejor amigo que cuando algo malo sucedía, sencillamente se encogía de hombros y decía: "A vaina échale la culpa al diablo" en tono despreocupado, era su forma de decir: "haz lo mejor que puedas, pero no te preocupes si no lo logras, porque complacer a todos sencillamente es imposible así que no te castigues por hacer lo mejor en cada situación, no vale la pena...si lo ves así retírate pronto por tu propia salud." Dejen sus comentarios.




2 comentarios:

  1. Correcto, como muchos dicen "Van para el cielo y van llorando" por naturaleza siempre es mas facil echarle la culpa a otro a pesar de que sabemos que dio lo mejor que pudo, y lo mejor que se podia hacer. Lo importante es sentirse bien de tener las mejores de las intenciones

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