12.-El todero
“Si te
parece que sabes mucho y entiendes mucho, ten por cierto que es mucho más lo
que ignoras.”
Recuerdo
claramente aquellos años de niño cuando mis padres me inscribieron en la liga
infantil de béisbol, en aquella época solía ser un niño bastante tímido e
introvertido, con una actitud mental bastante sumisa, lo que no contribuyó para
nada a mi desarrollo en aquel deporte, de modo que debo decir claramente, que
solía ser un terrible beisbolista, sin embargo jugaba con cierta frecuencia por
dos motivos fundamentales: El primer motivo era que por el hecho de ser un niño
tenía derecho a participar en los juegos, es decir, había que darle oportunidad
a todos y el segundo motivo era que la
mayoría de las veces no estaba el equipo completo para jugar, de manera que yo
jugaba la posición que el equipo necesitara en un determinado momento, lo que
me convirtió en un jugador que los conocedores del beisbol llaman “Utility”,
que no es más que aquella persona o jugador que está en la capacidad de jugar
cualquier posición que se requiera, es decir, un día podía jugar en el jardín
derecho, al siguiente jugaba la primera base, luego la segunda base y así día
tras día según los requerimientos del equipo, la consecuencia directa de esto
fue que no llegue a ser lo suficientemente bueno en ninguna posición como para
ocupar el puesto de titular.
En
el fútbol las cosas ocurrieron diametralmente opuestas, ya que era un deporte
que me gustaba y para entonces ya tenía la suficiente edad para sentirme más
seguro de mí mismo, por tanto escogí yo mismo la posición que quería jugar, y
en ese entonces fue la de portero o arquero o guardameta, como quieran
llamarlo, y me enfoqué en ser el mejor en esa posición lo que me llevó no sólo
a ser el titular en el puesto de mi equipo, sino que fui invitado a selecciones
de los mejores jugadores en distintas oportunidades convirtiéndome para
entonces en uno de los mejores jugadores para la posición específica al menos
en mi ciudad natal, lo mismo sucedió en el taekwondo donde llegué a participar
en los juegos nacionales siendo campeón regional de mi categoría, cuento estas
pequeñas historias un poco para contextualizar el punto del abogado que
pretende ser especialista en todas las ramas del derecho, lo que a mi juicio es
sencillamente imposible de lograr físicamente.
Verán
el derecho visto como un todo es en una ciencia y es muy pero muy amplio y
cambiante y si bien es cierto es un todo con ramas de estudio relacionadas
entre sí, y siempre tiene un punto de vista lógico, pues sencillamente cuando
lo estudiamos lo ideal es que nos concentremos en aquella rama en la cual nos
sintamos mejor ejerciendo, nos apasione y por tanto nos resulte más fácil de
absorber, esto se observa mejor en el área de medicina, la ciencia de la
medicina es una sola, y los médicos son formados integralmente, sin embargo no
he conocido un médico y creo que no conoceré un médico que sea capaz de ejercer
todas las especialidades de medicina, es tan amplio que físicamente repito es
imposible hacerlo, de allí que veamos el oncólogo, el urólogo, el cardiólogo,
el psicólogo, entre otros, es evidente que si que tiene un problema cardiaco no
va a recurrir al urólogo, usted sin duda alguna va a recurrir al cardiólogo,
porque es el especialista que le va a ayudar con su problema, suele pasar con
mucha frecuencia que un cardiólogo vea a un paciente remitido por otro médico,
que conscientemente sabe que no está formado o preparado para atender ese
problema específico.
Ahora
bien, he escuchado por allí el argumento
de que el abogado, es formado como abogado y por ello debería estar en la
capacidad de atender cualquier problema legal, esto aunque que suena muy
convincente en teoría, es absolutamente falso desde el punto de vista práctico,
con frecuencia me llaman para casos que no son mi especialidad valga decir
casos civiles o casos mercantiles o casos penales, para los cuales no estoy
preparado, ni especializado, por tanto lo que hago responsablemente es remitir
a estas personas a algún abogado especialista, tal cual hacen los médicos, o en
todo caso pedirle algún amigo especialista en el área que lleve el caso, he
dicho en este libro que en los principios de mi carrera ejercí como abogado
penalista, sin embargo muy rápidamente descubrí que no era mi vocación,
pretender a estas alturas atender un caso de homicidio por ejemplo o cualquier
otro delito grave sería la irresponsabilidad más grande que podría cometer como
abogado, sencillamente porque el derecho
a la defensa o más bien el derecho a una buena defensa se vería violentado en
toda su expresión, y como mínimo recibiría cadena perpetua solamente por el
hecho de haberme contratado a mi, es decir, por tonto.
También
es cierto, que todos los abogados comenzamos como toderos, es decir, a esa
altura ni siquiera conocemos nuestra vocación, de modo que tomamos casos de
diversas ramas, como dicen: “lo que caiga” como se dice normalmente en el
ejercicio, y esto no es descabellado ya que estaríamos en la búsqueda de
nuestra vocación real para ejercer, ahora no por esto debemos descuidar la
parte que tiene que ver con darle la mejor defensa a nuestros clientes, lo que
implica que debemos dar un 150% en la preparación de los casos para los cuales
no estamos especializados, además debemos buscar alianzas con otros abogados
con más experiencia en la rama específica para que nos ayuden así esto
signifique compartir nuestros eventuales honorarios, lo cual para mí es una excelente inversión ya
que estaré aprendiendo al tiempo que me estarán pagando por ello, así que no lo
veas como una pérdida, es decir, ganar menos, míralo como una inversión para tu
mismo futuro, le está pagando a otro abogado para que te de un curso y él ni
siquiera se da cuenta y hasta te agradecerá el hecho de compartir tus
honorarios con él.
Ahora
lo que planteo en el párrafo anterior sirve y hay que ponerlo en práctica
muchas veces, pero eventualmente si quieres tener éxito como litigante tendrás
que escoger una o dos o máximo tres ramas en las cuales vas a ejercer, y
concentrarte en especializarte en esa área o áreas específicas, y cuando hablo
de especializarse no me refiero a hacer un post grado, me refiero a estudiar
casos concretos que se te vayan presentando muy minuciosamente, es decir,
completamente al detalle, para darle la mejor defensa posible a tu cliente, hoy
día existen muchísimas maneras de informarse o estudiar, estamos en la era de
la información y si tiene la información
tiene el poder, yo por ejemplo me denomino laboralista puro, es decir,
ejerzo única y estrictamente casos laborales, y mi éxito en el área se ha
debido más a la autodisciplina, que a cualquier otra cosa, esta mañana estuve
viendo a través de Internet algunas charlas un exitoso orador colombiano llamado
Nelson Cubides, las cuales debo decir me parecieron excelentes, y además
concurrentes con mi modo de pensar.
Contaba
Nelson Cubides, en una de sus charlas, que la Universidad de Illinois, decía
haber encontrado la fórmula del éxito y que era la siguiente: E= 3D, un poco
parafraseando sus palabras decía: Que el éxito consiste en adoptar las
siguientes tres “D”:, la primera “D” significa: “Deseo”, la segunda “D”
significa: “Determinación”, y la tercera “D” pues: “Disciplina”, o dicho de
otro modo todo aquel que quiere alcanzar el éxito deberá buscar lo que desea
con determinación y disciplina, a mi juicio existen pocas palabras más ciertas
que esas, difícilmente lleguemos a tener éxito en cualquier cosa que nos
propongamos, si no lo deseamos, o si lo deseamos pero no tenemos la
determinación y disciplina para lograrlo, así pues mí interés en este capítulo
tiene que ver con el hecho de que todo abogado debe especializarse en una rama
específica que desee para tener éxito en el litigio apoyado en la disciplina y
determinación.
La
abogacía es una de las pocas carreras donde los profesionales se enfrentan
entre sí, dicho de otro modo, para tener éxito en esta carrera hay que
enfrentarse y ganarle a otros abogados, o como mínimo dar la pelea de la vida
en cada caso, Usted jamás verá a un médico o ingeniero enfrentarse a un
homólogo para poder lograr el éxito, pero nuestro trabajo como abogado conlleva
necesariamente al enfrentamiento, sin duda alguna el abogado, con mayor deseo,
determinación y disciplina en su especialidad tendrá todas las probabilidades a
su favor, de modo que evita ser conocido como abogado simplemente, trata por
todos los medios de ser conocido como abogado civilista, o abogado penalista o
abogado laboralista, en fin abogado de una rama en específico, de otro modo
simplemente serás tildado como abogado todero, y será visto como un abogado que
ejerce de todo pero no es bueno en nada, queda claro que mi consejo es el
siguiente:
"Especialízate
en un área que desees fervientemente y prepárate con disciplina y determinación."
Muy buen trabajo! Hiciste explícito el sesgo de la muestra, lo que deja espacio a que uno despliegue de lo que se quiere como abogado Valencia me gusto y defiendo lo del post creo somos muy utiles y que debe haber bastante buen trato y conocimiento con los casos
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