lunes, 19 de enero de 2015

14.- El orador

“Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca.”

Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
        
Cuando estamos en la Universidad, en la mayoría de ellas no se le presta mayor importancia o relevancia a la facilidad de palabra, es decir, se le presta muy poca atención al hecho de verificar si los eventuales abogados tienen el llamado don de la palabra, siento que esto es un grave error en la esquematización de programas de estudio y formación de abogados, dicho de otro modo no concibo un abogado exitoso que no sepa llevar un discurso eficiente y coherente hablando desde el punto de vista comunicativo; el litigante para tener éxito debe tener la capacidad de argumentar coherentemente y convincentemente a modo de convencer a los jueces, abogados y clientes según sea el caso, sobre el punto que se pretender llevar al entendimiento del receptor, muchos abogados han perdido casos no por no tener la razón sino simplemente porque el juez, quien es el que decide, nunca entendió lo que el abogado argumentaba o pretendía.

         Mirar la capacidad de oratoria como algo secundario en la abogacía simplemente es condenar al fracaso a quienes no han sido formados en ese sentido, o de alguna manera sufren de algún tipo de miedo escénico, tuve la gran oportunidad de ser formado como profesor de informática antes de convertirme en abogado, lo que me dio cierta ventaja al principio, sin embargo por un tiempo tuve pánico a hablar a través de un micrófono, y a pesar de que sin micrófono me expresaba muy bien a mi entender delante de un micrófono perdía mis cualidades de orador eficiente, debo suponer que era porque como profesor dictaba las clases sin micrófono pues simplemente no estaba acostumbrado, tuve que atacar esa debilidad y gracias a Dios y mi autodisciplina hoy puedo dirigirme a una asamblea de trabajadores a través de un micrófono sin ningún tipo de complejos o miedos que me paralicen.

         Ahora, no pienses: “Bueno estoy frito, a mi me da pánico hablar en público, no hay nada que pueda hacer”, pues simplemente eso tampoco es cierto, en la actualidad existen infinidad de cursos pagos o hasta gratuitos presenciales y a través de Internet para aprender a hablar bien en público y expresarse de modo correcto, lo único que tienes que hacer es empezar aquello de E=3D, es decir, colócate la meta de ser un excelente orador y hazlo con disciplina y determinación, asiste a talleres y cursos que ayuden al respecto, como he dicho, antes de ser abogado fui o soy aún técnico en informática, y mi primera oportunidad de trabajo fue dictar clases en INCE (Instituto Nacional de Cooperación Educativa), esta Institución solía preparar a las personas para el trabajo en nuestro País, aún lo sigue haciendo pero ahora con el nombre de INCES, en aquel entonces, Yo tenía los conocimientos técnicos necesarios para impartir los programas que ellos daban, pero no estaba formado para hablar en público, y me preguntaba si podía con el trabajo, bueno afortunadamente para mi antes de poder empezar a trabajar debía pasar por un curso de formación docente, sencillamente les digo que nunca olvidaré ese curso, porque marcó mi vida de tal modo que la cambió para siempre, y aquel que temía hablar en público terminó hasta cantando en público, claro esto fue hace mucho y no soy cantante para nada, aunque por una época fui niño cantor.

         Tengo un hijo que demostró tener una habilidad sorprendente para aprender el idioma Ingles, ambos estudiamos por la misma época el idioma en el Centro Venezolano Americano del Zulia, mejor conocido como “CEVAZ”, Yo siempre tuve la inquietud de aprender el idioma y haciéndolo con él pues lo incentivaba a terminar lo empezado con el ejemplo, este curso tiene una duración de un año, y como ya dije mi hijo resultó tener talento para ello, inmediatamente vi la oportunidad, me dije a mi mismo si tiene talento para esto, pues que empiece a trabajar enseñando a los demás el idioma, y me tomé la libertad de hablar con el coordinador de la época en la institución, para que le hiciera una prueba, y ciertamente mi hijo no estaba muy de acuerdo, tenía apenas 17 años de edad, y aunque quería el puesto consideraba que hablar en público era un tema que no podría superar, ya que para entonces su personalidad era tímida y retraída, pero ya Yo sabía por experiencia que eso era fácilmente superable, en fin el chico presentó su prueba, la aprobó, fue formado para trabajar en público y hoy día da clases tanto en el programa normal del curso como en un programa de liderazgo en el idioma para cual fue formado en el exterior, y aquel chico tímido hoy no tiene problemas para hablar en público, ya sea como profesor o como ingeniero y esto quedo superado.

         No quiero que creas que me estoy jactando o pavoneando por hablar de mis experiencias personales y las de mi familia, no es ese mi objetivo, solo quiero dejar bien claro que hablar en público bien es algo que se puede aprender perfectamente, aunque no tengo dudas que en algunas personas esta cualidad es innata, ahora repito un abogado que no desarrolle el don de la palabra y el convencimiento sencillamente nunca se sentirá exitoso y realizado, porque sentirá que tiene una gran debilidad, y sin duda alguna la tendrá, entonces manos a la obra en vez de hacer el posgrado de una vez, anótate en un buen curso de oratoria y desarrolla tus cualidades histriónicas, comunicativas,  tu poder de argumentación y convencimiento, porque definitivamente es una herramienta para el litigio, que es como decimos en derecho “SINE QUA NON”, que quiere decir que una condición obligatoria para ser un litigante exitoso. Entonces el consejo es:

            Conviértete en un gran orador ya…     



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