miércoles, 7 de enero de 2015

4.-El Campeón

Vencer sin peligro es ganar sin gloria.”
Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.

Cuando tenía unos 13 años de edad creo, vi mi primera pelea de boxeo, fue entre Marvin Hagler y Sugar Ray Leonard, en ese entonces Yo no sabía mucho de boxeo, simplemente estaba buscando algo que ver en la televisión de patas de madera que teníamos en casa, y me encontré con este evento, bueno, resulta que Marvin era un tipo que lucía mucho más fuerte que Sugar Ray, y sin caer en términos racistas y perdonándome la expresión era como ver pelear a un chimpancé con un gorila, y me refiero a que la diferencia física era abismal, ojo no al color de su piel, en aquella época hubiera jurado antes de la pelea que Ray Sugar Leonard recibiría la paliza de su vida, en mi mente era imposible físicamente que este diminuto personaje, hablando comparativamente, derrotara a tamaño mole, pero al final resultó que Sugar Ray Leonard empezó a bailar en ese ring y Hagler nunca supo donde estaba, por supuesto ya debes haber deducido quien fue el ganador de la pelea y el campeón esa noche.

         Pregúntate esto: ¿Cuántos boxeadores hay?, imposible saber ¿cierto?, ahora pregúntate de nuevo ¿Cuántos boxeadores conoces o recuerdas?,  e inmediatamente te vendrán algunos nombres a la mente, y ¿por qué recuerdas específicamente estos?, bueno muy sencillo, de seguro pelearon con el campeón, y de repente ni siquiera ganaron, pero dieron la pelea de sus vidas y la gente les recuerda por su hazaña, no soy tan viejo como para haber visto una pelea del gran Muhamed Alí, pero le gente siempre comenta que fue el mejor de todos los tiempos, una anécdota muy común es que terminó una pelea con la mandíbula desprendida, pero hasta él alguna vez perdió.

          Si no me equivoco Márquez tuvo que pelear cuatro veces con Pacquiao, para finalmente vencerlo con un golpe tan fuerte que prácticamente lo retiró del boxeo en el mismo viaje, estos combates tuvieron una audiencia extraordinaria porque eran aguerridos y cada quien daba lo mejor de sí, bueno no tengo que decirte los millones de dólares que esto generó y la fama que esto le dio a ambos boxeadores, pero lo cierto es que pacquiao a quien todos creían invencible pues simplemente perdió.
         Hace poco escribí en mi Facebook lo siguiente: “No sabrás que eres el mejor hasta vencer al campeón”, lo hice porque casualmente estoy lidiando con una contraparte que tiene fama en el tribunal de ser muy bueno académicamente, y además muy tramposo con conexiones turbias por allí, en fin aún estoy bregando con este señor y su combo con poder económico y político, luego en futuros libros o artículos les diré como resultó la cosa, anteriormente me había encontrado con este bufete, pero con casos que no revestían mayor dificultad y se arreglaron rápidamente, ahora se trata de casos muy relevantes y para mi es un nuevo reto que acepto con todo el placer del mundo, porque sé que cuando termine con ellos me sentiré muy orgulloso de haber reivindicado los derechos de mis clientes, y habré vencido a un campeón haciendo lo que sea necesario legalmente.

El tema aquí es que todo abogado debe saber cuándo catapultarse al éxito,  y debe reconocer una gran oportunidad parar adquirir buena fama que al final es de lo más importante en esta profesión, todo boxeador sueña con la pelea por el título, pero muy pocos llegan allá, y menos aún la ganan, así que, cuando te toque un campeón con un caso importante, alégrate mucho, esta es tu oportunidad de demostrar que eres hueso difícil de roer, pónsela cuesta arriba, prepárate bien, estudia mucho, mira sus juicios, estúdialo bien, habla con otros abogados que ya hayan peleado con él, haz lo que tengas que hacer, pero entrega la mejor pelea que puedas, así como mínimo ganarás su respeto y en casos futuros lo pensará dos veces para pelear contigo, y eventualmente empezará a negociar que es lo ideal, pero si das una pelea mediocre, lo único que recibirás son sus burlas e irrespeto.

Ciertamente hace algunos años me tocó un juicio que marcó mi carrera como litigante, esto fue más o menos en el año 2008, y recuerdo que me tocó un campeón de campeones, con muchos años de experiencia,  una personalidad muy cautivante, y por demás carismático, todavía hoy le tengo mucho respeto y consideración, aunque claro nunca se lo dije y él no lo sabe por cuestiones obvias, no quería que supiera lo mucho que lo admiraba por temor a que se sintiera confiado de ganarme, les estoy hablando de un SEÑOR del derecho, un ejemplo a seguir. Para empeorar las cosas el caso era de un familiar cercano que esperaba que Yo no le fallara, sabía de mis diplomas de honor en la Universidad, y creía que por eso Yo estaba listo para cualquier cosa, y de verdad estaba listo, pero no por los diplomas, si no porque tenía la actitud mental adecuada, aquello fue un juicio espectacular que nunca olvidaré, estábamos discutiendo un asunto de derecho, y cada parte dio el todo por el todo, tal fue el asunto que el juez dio una réplica y contrarréplica de mas, buscando como resolver la cosa, y entramos en periodo de espera por decisión de 5 días hábiles.

Yo conocía al abogado relator,  quien se encargaría de redactar la sentencia según los parámetros e instrucciones del Juez,  porque habíamos estudiado juntos, y le pregunté encarecidamente que me dijera como venía la sentencia, pues resulta que  venía en mi contra nada más y nada menos, por supuesto a sabiendas de lo que venía contacté al campeón de campeones y forcé un arreglo necesario, el cual se logró unas horas antes de escuchar la sentencia, ciertamente el juicio fue tan duro que le hice dudar que me ganaría y terminamos llegando a un acuerdo amistoso, que mi familiar aún me agradece y que me hizo sentir muy orgulloso de mi mismo, aún perdiendo el juicio, claro mi contrincante nunca supo que había ganado, para él esto fue un empate.
.        Entonces mi concejo es:


"Para vencer al campeón se valen los puños, patadas, mordiscos,  hasta pellizco y dedo en el ojo, el asunto es dar la gran pelea…toma tu oportunidad y conviértela en oro…"

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